El otro día, y ya no sé ni qué era lo que buscaba, buceando en un Codex antiguo me encontré con estas joyas. Y pensé que merecía la pena traerlas por aquí, para recordarlas y para, porqué no, pensar cómo serían hoy en día.
Pongamos un poco de contexto. Hace tiempo, hubo un momento en que en los Codex aparecían unidades que no tenían miniatura. Los jugadores tenían que hacerse al afectado, a golpe de conversión los más resultones, con un un simple “esto cuenta como X” para los más vaguetes. Esto daba lugar a todo tipo de creaciones locas, algunas muy inspiradas, otras buscando el “modelar para ventaja”. De todo.
Un ejemplo es el Tervigon. Hoy tiene unidad, pero entonces no la tenía, y la gente se tuvo que buscar la vida. Muchos cogieron un Carnifex y le pusieron huevos, pero otros como yo, al ver que tenía el mismo número de heridas que un Trigon, optamos por un bicho más grande que encajase en su misma peana. El tiempo nos dio la razón.
Pero aunque es un tema que me gustaría tocar, y que tiene chicha, hoy vamos a dejar las unidades, y nos vamos a centrar en los personajes ¿Qué eran? ¿Merecían la pena? Y lo mejor ¿Cómo serían hoy?
Sin más, vamos al lio.
Genestealers de Ymgarl
Antes lo digo y antes meto la pata. El primer “personaje” es más bien una unidad, y le meto en esta categoría, porque es una unidad “con nombre”. Por aquí os dejo un enlace al trasfondo, en Wikihammer.
Estos Genestealers tenían dos particularidades, que los hacían más curiosos que los estándar, y por supuesto también más caros. La primera era su manera de desplegar. Tú anotabas en secreto un elemento de escenografía del campo de batalla, y cuando estuviesen disponibles para entrar por reservas (recordemos que esto antes se determinaba por tirada), las miniaturas desplegaban dentro de este elemento de escenografía, a más de tres centímetros (centímetros xD) del enemigo. Y ojo cuidado, tras desplegar, podían mover y cargar ¿Sabéis qué unidad hacía esto también, en anteriores ediciones? El Lictor. Si todavía pudiese hacer esto, podría ser hasta decente…
Si este modo de entrada os parecía poca cosa, además tienen la actual reliquia de Ymgarl, pero mejorada. En cada fase de asalto, elegían tener +1 A, +1 F o +1R. No podías repetir un modificador dos turnos seguidos… pero podías elegir el que te diera la gana. Ahora es una tirada, que va a conseguir que siempre tengas el que no quieras. Ya ves qué costaba que la reliquia dejase hacer esto mismo.
¿Cómo serían hoy en día? Su equipo existe todavía, es el caparazón endurecido y las garras aceradas, así que eso permanecería. El método de despliegue sería demasiado increíble, por lo que probablemente tendrían simplemente el más que habitual despliegue a más de nueve pulgadas del enemigo, que ya es una posibilidad que los Genestealers no tienen, a no ser que jueguen en el Culto Genestealer. En cuanto a la reliquia, posiblemente nos harían lo que pasa con Los Ocho, y nos obligarían a gastar la reliquia de Ymgarl, teniendo que ser por supuesto por tirada.
Y costarían más puntos, por supuesto. A mí personalmente no me convencerían mucho, y ni me molestaría en ellos.
El Parásito de Mortrex
Aquí tenemos una cosa rarísima, que nadaba en aguas turbias y no encajaba bien en casi ningún lado. Pero tenía unas reglas loquísimas que, cuando funcionaban, provocaba una situación hilarante. El trasfondo por aquí.
Este bicho era difícil de hacer, por estética era algo a mitad de camino entre una Gárgola y un Élitro, por reglas un Élitro a tope de esteroides. Era un personaje independiente, lo que le permitía agregarse a unidades para que no le disparasen, retropopulsado gracias a sus alas, con garras aceradas y aguijón. Criatura Sinaptica, que provocaba también sombra en la disformidad.
Hasta aquí todo normal, ahora empieza la locura. Proyectaba un aura de sesenta centímetros que hacía que los Enjambres Devoradores no chequeasen conducta instintiva. Y ahora empieza la locura, cada vez que este bicho mataba a una miniatura, esta hacía un chequeo de resistencia. Por cada fallo, aparecía una peana de Enjambres Devoradores a menos de quince centímetros del Parásito, siempre que se pusiesen a más de tres centímetros del enemigo. No tenía muchos ataques, cuatro concretamente, pero si te enfrentabas por ejemplo a Guardia Imperial, había bastantes posibilidades de sacar uno o dos peanas de Devoradores. Gratis. Por turno.
Y luego, como el Parásito no había estado ocioso antes de la batalla, cada unidad que se incorporase por reservas, tenía que hacer un solo chequeo de resistencia. Si lo fallaba, se eliminaba una miniatura a elección del propietario, y se ponía a quince centímetros de la victima 1D6 peanas de Enjambres Devoradores. Gratis. Aunque estuviese en un vehículo. Si lo ponías delante de esta unidad que acababa de llegar, ya tenía algo con lo que lidiar nada más llegar.
¿Cómo sería esta locura hoy en día? El aguijón ya no existe, así que eso se perdería. Podría tener algo que ver con los Élitros, aunque se nos hayan ido a Legends, algo parecido a la sinergia que hay entre el Terror Rojo y los Mantifexes. O quizá, que le pegaría más por sus reglas, para mejorar a los Enjambres Devoradores.
Sus reglas para generar Enjambres Devoradores hoy día serían raras. En el juego hay muy pocas excepciones de cosas que hagan algo así, sin que cuesten puntos de refuerzos. La más notable son las minas espora, pero claro las minas espora no hacen misiones ni puntúan, y los Enjambres Devoradores son incluso Tropas, por lo que darían problemas si aparecen en alcance de control de puntos. Me temo que de haber algo así, costaría puntos sin duda. Sin embargo, está el punto bueno de que hoy día hay más cosas que entran en turno dos y tres, por lo que su regla de hacer tirar a todo el que llega podría ser interesante. Especialmente contra Aeldari, o Culto Genestealer.
La Maldición de Malan’tai
Me he dejado el mejor para el final. Este bicho tenía unas reglas tan locas, que se jugaba intensamente. Y cuando su jugada salía bien, era tremenda la que liaba. Ahí va el trasfondo.
Si bien ya no existe, hay algo de restos en el Codex actual. Al igual que de los Genestealers de Ymgarl queda una reliquia, de esta unidad apareció otra, el Neurótropo, que tiene unas reglas que muy de lejos recuerdan a la de la Maldición. Muy, muy de lejos.
La Maldición de Malan’tai era un Zoantropo Super Saiyan Legendario. Este tiene todo lo que se puede esperar de un Zoantropo, pero con una particularidad. Su Fuerza era la puntuación que tuviese en Heridas. Y esto es porque cualquier herida que hiciese, en cualquier fase, le sumaba una herida hasta un máximo de diez. Sabiendo esto, este bicho al inicio de la fase de disparo, a cada unidad a quince centímetros le hacía pasar un chequeo de liderazgo con 3D6, y por cada punto fallado del chequeo, el objetivo sufría heridas sin posibilidad de salvar por armadura.
Aquí había truco, si combinabas esto con una capsula, que antes podían caer donde fuera y si caían en un enemigo corregían la trayectoria para no fallar, podías ponerte muy cerca de muchas unidades enemigas y hacerle un roto fuerte.
Y aquí no acababa la cosa. Tenía un poder psíquico propio, Cataclismo, que hacía un area grande a sesenta centímetros, con la fuerza que tuviera en ese momento este bicho, y FP1. Vamos que si no tenías una invulnerable, te comías una hostia gótica, que podía llevarse por delante a un vehículo. Luego sufría 1d3 heridas, que perfectamente podías regenerar en ese momento, si habías provocado más.
¿Cómo sería este bicho hoy en día? Sus reglas son tan locas que no se me ocurre una manera fácil de traspasarlo al juego hoy en día. Para empezar, su manera de llegar falla, ya que el Tiranocito te deja a nueve pulgadas, y su absorción sería a seis, por lo que la gracia que tenía esta criatura se ha perdido por completo, te obligaría a contracargar, o a ir detrás de algo hasta empezar a funcionar. Y ya os digo yo que esto cuando aparecía se convertía en objetivo prioritario, y rara vez duraba mucho en la mesa.
Así que ¿Cómo sería? Lo de Fuerza igual a Heridas, podría quedarse, así aumenta el límite de heridas que puede curar con la habilidad del Neurotropo Absorción Espiritual. E incluso podrías alimentar a la Maldición con otros Neurótropos. Y sus poderes podrían funcionar como poderes psíquicos únicos, uno para hacer mortales en area, a unidades a seis pulgadas obligandoles a hacer un chequeo de liderazgo con 3d6, y el Cataclismo algún tipo de Castigo mejorado. Realmente, tenía unas reglas tan únicas y raras, que entiendo porqué se cayó en la reedición del codex.
Pues hasta aquí el artículo romántico/nostálgico ¿Qué os ha parecido? ¿Cómo traspasaríais vosotros estas reglas a esta edición? Si mola, haré uno de Drukhari, que también tiene algún que otro personaje que está clamando por volver. Especialmente uno que incluso tuvo miniatura…