Pues nada, el VIII GT de Talavera ha acabado. La resaca ha terminado, el cansancio todavía sigue ahí. Esto fue lo que pasó, y esto fue lo que llevé.
Una paliza. Me llevé una paliza en las mesas, en castigo físico, y en la moral. Pero fue extremadamente divertido, conocí a un montón de gente a la que tenía muchísimas ganas de conocer en persona, y volví a encontrarme con otros tantos que ya había conocido en otros sitios, como fue en las Freak Wars, y en el MTS.
Mi lista
Destacamento Kronos
3 Neutrotropos
3×18 Termagantes
2×6 Guardias de Enjambre
Destacamento Jormungandr
Tirano de Enjambre alado con dos perforacarnes dobles. Señor de la Guerra, rasgo de Jormungandr (Ignora cobertura él y unidades a 3″)
Tirano de Enjambre alado con garras aceradas monstruosas, cañón venenoso pesado,
24 Termagantes con devorador
2×4 Enjambres de Devoradores
3 x Mantifex (Para meter por despliegue de Jormungandr a los Termagantes con Devorador)
¿A qué jugaba? Era una lista con capacidad de gestionar hordas (Termagantes con devorador), objetivos pesados (Guardia de Enjambre), gente con invulnerables (Neurotropos), y capaz de cazar a personajes (Tiranos de Enjambre), mientras mantenía al enemigo (Termagantes) lejos de la gente que se quiere acercar a mis unidades importantes. Sobre el papel bien, pero la realidad es que hacía bien su trabajo, pero no bien del todo. Además dependía muchísimo de la mesa, y un mal pairing me mandaba directo al abismo, como me pasó en la última partida.
Al ser formato ITC jugaría casi siempre Marcado para morir, Big game hunter, y luego según el rival, Reaper, Cazacabezas, Recon…
Originalmente iba a ser el escudo, para elegir mesa, cosa muy necesaria con esta lista. Pero el planteamiento del equipo cambió, y aunque lo hizo para mucho mejor, a mí me dejó con una lista coja. Es una lista que hicimos en un momento en que no entendíamos bien los pairings, y para cuando lo hicimos, ya no podíamos hacer cambios. Así que, me tocó tirar para adelante y hacer lo que buenamente pudiera. Ni de coña me pongo 12 Guardias de Enjambre si no voy a ser primer escudo, si acaso seis porque son muy buenos, pero habría invertido esos puntos en otra cosa.
Si hubiese podido cambiar la lista, habría jugado algo muy diferente. Y ya que me niego a jugar la monolista, probablemente me habrían dado la misma paliza, pero al menos me lo habría pasado mejor. Pero eh, de todo se aprende. De todas formas, entended este comentario como una autocrítica que hago para que aprendamos todos de mi tragedia, y no un lloriqueo. Me han ganado porque han sido mejores que yo, y punto. Pero yo podía haber hecho algo mejor, si hubiese tenido una herramienta más afilada.
Las partidas
Las partidas fueron cuatro, y nos tocó enfrentarnos al Pasote Team, a Buenorros Pero Obesos, a Vindicares de Paloh y a Deep Games.
La primera fue contra el Pasote Team, en el desafío que nos lanzaron y que aceptamos como ONVRES. Me tocó contra Ángeles Oscuros, justo el jugador que se había caído, y le cubrió Silas, del Cobrador. Silas es un pedazo de jugador, que sabe muy bien lo que se hace, y que no es moco de pavo. Pensaba que tenía alguna posibilidad contra su lista, pero supo en todo momento mantener las distancias para evitar desastres, y además tuve una absoluta y abominable mala suerte.
Y esto lo digo así, sin medias tintas. Por supuesto no quiero desmerecer la partida que hizo Silas, pero es que lo de la mala suerte que me gestiono es increíble. Me llevé una petaca, para dar un trago cada vez que hubiese un momento de mala suerte ridícula, como el clasicazo de hacer una repetición de tirada con punto de mando y sacar un uno. Y llegó un momento que le estábamos dando tan duro (Brottor, que las estaba pasando putas a mi lado, también se unió. Incluso Silas) que decidimos parar, porque nos estábamos poniendo muy tontorrones y el torneo acababa de empezar. Ese era el nivel…
Hice lo que pude, y eso se tradujo en un 31-10 a favor de Silas, merecidísimo. El total del equipo, 149-89, y aun así volvería a jugar una y mil veces contra los chicos del Pasote, que son el tipo de rival que quieres tener delante.
La siguiente contra los Buenorros Pero Obesos, jugadores muy duros. Me tocó contra Marco, jugador muy potente, que jugaba Tiránidos Kraken-Kronos. La monolista, vamos. Los dos teníamos doce Guardias de Enjambre, el que empezase esa partida iba a ganarla, o al menos a ponérsela muy cuesta arriba a su rival. Por supuesto no empecé yo.
Tuve que apañarmelas como pude para puntuar lo máximo posible y ser la mínima carga para mi equipo, así que eso fue lo que hice. Y al final disfruté bastante la partida, y aprendí alguna que otra cosa de Marco, que fue un jugadorazo como la copa de un pino, además de tener una actitud notable en todo momento. De alguien así, solo se puede aprender y disfrutar, y eso es lo que pasé.
Evité ser asolado con una suerte absurda que mantuvo viva a mi último Neurótropo. Mi suerte a veces hace cosas raras, esta es una de ellas. 35-14 a favor de Marco, y los Buenorros pero Obesos nos metieron un 160-86.
Tras la comida, partida contra Vindicares del Paloh. A mí me tocó contra El Hipy, que llevaba Guardia de la Muerte, con un Mortarion, Drones, un par de Príncipes demonio, Crawlers y zombis. La mesa terrible para mí, pero había partida.
Tardé demasiado en matar en Mortarion y se me puso la partida un poco cuesta arriba, pero según avanzaba lo tumbé, y empecé a tumbar cosas. Mi rival olvidó un turno completo de disparar a sus Crawlers, y luego no sé porqué cargó a mi bomba de Termagantes con uno de ellos. Apenas me iba a hacer nada, y él iba a perder los tiros de sus Crawler, y los de otro porque le iba a hacer pile in para pillarle más. Con mierdicombates le fui trabando esas unidades y mermé mucho su capacidad ofensiva, mientras iba reduciendo a Principes demonio y drones.
Parecía que había ganado yo, pero me sacó un par de puntillos, sin duda por el arranque que tuvo, que yo no pude igualar porque tuve que ir a saco a por Mortarion antes de que me agarrara por la cara y me la borrase contra el suelo. Sin embargo, al resto del equipo le fue mejor, y esta fue la ronda que ganamos. Yo saqué un 22-20 para El Hypy, y el equipo 141-116.
Después algunos descansaron, y otros nos dedicamos a hacer un podcast. A estas alturas ya está publicado, y es podcast mítico en parte gracias al Gretchin risitas. Os dejo enlace.
Después cena, donde hubo un vino mítico y alguna que otra baja, y la noche espartana. Y no voy a dar detalles, porque si queréis saber de qué va, os aguantáis y venís. Solo diré que me pasé mucho de rosca, y que no tenía que haberlo hecho. Por eso al día siguiente no disfruté tanto el día y estuve entre la euforia y la bajona todo el día.
Última partida contra Deep Games, con quienes ya habíamos grabado el Viernes para su canal. Prácticamente estuvimos desde el Viernes con ellos de alguna forma, así que tenerlos como últimos rivales fue genial por el buen rollo que había, hubo y habrá. Lo que no fue genial es que me tocó un pairing totalmente abominable, en la peor mesa posible. Y con la resaca más legendaria que recuerdo en mucho tiempo.
Mi rival, Victor Padilla, llevaba Caballeros Imperiales y Deathwatch. Y yo no tenía mesa donde esconderme, así que en ningún momento hubo partida para mí. Me podría haber quedado durmiendo y habría aportado lo mismo al equipo. O no, porque al menos arañé un 28-10, y si eso no es una victoria teniendo en cuenta las circunstancias, que se me rompan los dados. Al final, en el duelo contra Deep Games, quedó en un de 126-114
Más allá de las partidas
Porque sí, hubo algo más que Warhammer 40000 en el VIII GT de Talavera. Hubo buenas cervezas, hubo grandes risas, y lo más importante, un montón de gente genial, a quienes ya conocía, a quienes quería conocer y quienes nos asaltaron con toda la naturalidad del mundo. El ambiente era inmejorable, en la organización había titanes absolutos, y siempre había alguien por algún lado para agradecernos lo que hacemos en La Voz de Horus, o para echarse unas risas sin más.
Y aquí lo voy a dejar. No voy a dar nombres, porque la lista sería legendaria, y como soy un desastre seguro que me dejo a más de uno y luego me arrepentiré. Sencillamente, diré gracias. Gracias a los que buscasteis un rato en el lío que era el torneo para saludarnos. A los que solo vinisteis al torneo para saludarnos y ver el ambientillo que se cocía por ahí. A los que sois auténticos referentes, y os pensáis que estamos a la altura, y ya habéis visto que no. Y a la organización, que menuda matada se metieron entre pecho y espalda. Vosotros sí que sois los verdaderos MVP de Talavera.
Y antes de acabar, aprovecho para mandar un abrazo a mi equipo. A mí lo de los torneos me llama la atención, pero tampoco es mi prioridad absoluta. Si no hubieseis venido conmigo, lo mismo no me paso ni a mirar. Hemos invertido mucho tiempo y esfuerzo, y nos ha ido regular. Pero hemos aprendido un montón. El año que viene, vamos a dar mucha más guerra. Estáis avisados.